De acuerdo con un nuevo estudio de la Universidad de Northumbria, en Reino Unido, la pandemia por el Covid-19 ha provocado un efecto significativo en las personas con trastornos alimenticios, así como en otros grupos vulnerables, como los adultos mayores y los pacientes con afecciones mentales graves.
Para llegar a esta conclusión, las especialistas Dawn Branley-Bell y Catherine Talbot encuestaron a personas de Reino Unido que actualmente están experimentando un trastorno alimenticio o están en recuperación. Según los resultados, el encierro y el distanciamiento social pueden tener un impacto perjudicial.
Dalit Szkolnik, dietista certificada en trastornos alimentarios, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Estamos hablando de los trastornos de la conducta alimentaria. Los tres básicos son la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón. La anorexia es cuando una persona trata de comer lo menos posible aún cuando tiene hambre. La bulimia es cuando las personas comen más de la cuenta y luego buscan manera para compensar. El trastorno por atracón es cuando se comen grande cantidades de comida en un periodo corto de tiempo y con una sensación de fuera de control”, indicó la experta.
Szkolnik señaló que desde marzo del año pasado, cuando comenzó la pandemia, los casos de estos tres trastornos se incrementaron en demasía.
“Me llamaban madres de jóvenes de 13 años. Todos dejamos la rutina de la estructura que teníamos en el colegio, en las universidades y en el trabajo. Estar aislado en la casa crea más ansiedad e incertidumbre. La conducta de una persona que desarrolla un trastorno en la conducta alimentaria, tiende a ser más perfeccionista. Cuando no se tienen labores para poner la atención, las personas están en sus hogares e inventa que hacer. Entonces las personas comienzan a inventar para adelgazar o comienzan a comer en demasía”, indicó.
Para la nutricionista este fenómeno lo denomina “comer en respuesta de emociones”.
“Hemos tenido un millón de emociones en pandemia y la gente va a la nevera para tratar se sentirse mejor”, señaló.
Ante estas circunstancias Szkolnik recomendó que lo más importante es “tener una rutina y estructura. Las personas deben tener un orden, así no estén saliendo de sus hogares. Hay que tener una rutina para caminar, comer, socializar, hacer un hobby, y tener placer. Así las comidas ya encajan de forma más ordenada”.
La doctora afirmó que cuando las personas deben tener ayuda al detectar que no se está comiendo bien. “Los padres o las personas externas notan de forma más rápida el desorden alimenticio de los niños”, puntualizó.
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