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Anne Applebaum, periodista, historiadora y autora de “Twilight of Democracy: The Seductive Lure of Authoritarism†quien ha escrito sobre la corrupción y represión polÃtica en Europa del Este, la ex Unión Soviética y en todo el mundo, se presentó en una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado el 15 de marzo para dar luces sobre cómo Estados Unidos deberÃa combatir el autoritarismo y todo ello en medio de la urgencia de la invasión a Ucrania.
The Atlantic tomó sus palabras y publicó sus reflexiones bajo el tÃtulo “Estados Unidos necesita un mejor plan para combatir la autocraciaâ€
“Todos nosotros tenemos en nuestra mente una imagen de dibujos animados de cómo es un estado autocrático, dice Applebaum. Hay un hombre malo en la cima. Él controla a la policÃa. La policÃa amenaza a la gente con violencia. Hay colaboradores malvados y tal vez algunos valientes disidentes.Pero en el siglo XXI, esa caricatura se parece poco a la realidad. Hoy en dÃa, las autocracias no están dirigidas por un solo tipo malo, sino por redes compuestas por estructuras financieras cleptocráticas, servicios de seguridad y propagandistas profesionales. Los miembros de estas redes están conectados no solo dentro de un paÃs determinado, sino entre muchos paÃses… Los oligarcas de varios paÃses utilizan los mismos contadores y abogados para ocultar su dinero en Europa y América. Las fuerzas policiales de un paÃs pueden armar, equipar y entrenar a las fuerzas policiales de otro; China vende notoriamente tecnologÃa de vigilancia en todo el mundo. Los propagandistas comparten recursos y tácticas: las granjas de trolls rusos que promueven la propaganda de Putin también pueden usarse para promover la propaganda de Bielorrusia o Venezuela. También transmiten los mismos mensajes sobre la debilidad de la democracia y la maldad de Estados Unidos. En este momento, fuentes chinas se hacen eco de historias rusas falsas sobre armas quÃmicas ucranianas inexistentes. Su objetivo es lanzar narrativas falsas y confundir a las audiencias en los Estados Unidos y otras sociedades libres. Lo hacen para hacernos creer que no hay nada que podamos hacer en respuestaâ€.
Continúa la escritora: “En teorÃa, por ejemplo, Venezuela es un paria internacional. Desde 2019, los ciudadanos estadounidenses y las empresas estadounidenses tienen prohibido hacer negocios allÃ; Canadá, la Unión Europea y muchos de los vecinos sudamericanos de Venezuela continúan aumentando las sanciones contra el paÃs. Y, sin embargo, Venezuela recibe préstamos e inversiones petroleras de Moscú y Beijing. TurquÃa facilita el comercio ilÃcito de oro venezolano. Cuba ha proporcionado durante mucho tiempo asesores de seguridad, asà como tecnologÃa de seguridad, a los gobernantes de Venezuela…Las sanciones occidentales por sà solas no tienen impacto en los autócratas que saben que pueden seguir comerciando entre sÃ.â€
Como ilustra la guerra en Ucrania, continúa la periodista, “ nuestra incapacidad para utilizar la disuasión militar tuvo consecuencias. Por todas estas razones, necesitamos una estrategia completamente nueva hacia Rusia, China y el resto del mundo autocrático, una en la que no solo reaccionemos ante el último ultraje, sino que cambiemos las reglas de enfrentamiento por completoâ€
Señala Applebaum la necesidad de poner fin a la cleptocracia transnacional: “Actualmente, un oligarca ruso, angoleño o chino puede poseer una casa en Londres, una finca en el Mediterráneo, una empresa en Delaware y un fideicomiso en Dakota del Sur sin tener que revelar nunca a sus propias autoridades fiscales o a las nuestras que estas propiedades son suyas…La administración Biden ha creado un precedente al revelar inteligencia que condujo a la invasión rusa de Ucrania. ¿Por qué no construir sobre ese precedente y revelar qué inteligencia tenemos sobre el dinero de Putin, el dinero de Maduro, el dinero de Xi Jinping o el dinero de Alexander Lukashenko?…Asà como una vez construimos una alianza anticomunista internacional, podemos construir una alianza anticorrupción internacional, organizada en torno a la idea de transparencia, rendición de cuentas y equidadâ€Â
La segunda propuesta de Applebaum tiene que ver con la forma de enfrentar la desinformación.Dice la historiadora: “Los autócratas modernos toman en serio la información y las ideas…Gastan en consecuencia: en canales de televisión, periódicos locales y nacionales, redes de bots. Compran funcionarios y empresarios en paÃses democráticos para tener voceros y defensores locales…Desde que nos encontramos por primera vez con la desinformación rusa dentro de nuestra propia sociedad, también imaginamos que nuestras formas de comunicación existentes podrÃan vencerla sin ningún esfuerzo especial. Pero una década de estudio de la propaganda rusa me ha enseñado que la verificación de hechos y las reacciones rápidas son útiles pero insuficientes…Parte de lo que deberÃamos hacer es simplemente brindar más y mejor información a las personas que la desean…Cientos de talentosos periodistas y profesionales de los medios rusos acaban de huir de Moscú: ¿por qué no iniciar un canal de televisión ruso, quizás financiado conjuntamente por Europa y Estados Unidos, para emplearlos y darles una forma de trabajar?â€Â
En esta nueva era, continúa Applebaum, “la financiación de la educación y la cultura también necesita un replanteamiento…El objetivo debe ser garantizar que la diáspora rusa disponga de una idea diferente de la “rusidadâ€, además de la proporcionada por Putin, y que también haya salidas alternativas disponibles para las personas en otras sociedades autocráticasâ€.
Y finalmente, Anne Applebaum urge el volver a poner la democracia en el centro de la polÃtica exterior. “Necesitamos abordar las diásporas desplazadas en todo el mundo como una oportunidad, no como una carga: ¿Cómo podemos prepararlos para recuperar los paÃses que han perdido, en Siria, Afganistán o Rusia? Necesitamos romper los vÃnculos entre las autocracias, forjar nuevos y mejores vÃnculos entre las democracias, reinventar las instituciones internacionales existentes que ya no sirven para su propósito.
Finalmente, es extremadamente importante que imaginemos un futuro diferente para Ucrania. Una victoria en este conflicto, sea lo que sea que eso signifique —una retirada rusa o un acuerdo negociado tras el fracaso de Rusia en conquistar el paÃs— proporcionarÃa un enorme impulso transformador en la confianza de todo el mundo democrático… Necesitamos pensar en la victoria, y en cómo lograrla, no solo en este conflicto sino en los otros por venir, en los próximos años y décadasâ€.