En su editorial del 10 de agosto, César Miguel Rondón destaca que Hace meses la Oficina del Censo de Estados Unidos habÃa pedido más tiempo para completar el censo debido a las limitaciones impuestas por la pandemia en la recolección de datos.
Pero ahora con nueva fecha lÃmite para el 30 de septiembre, la Oficina del Censo debe contar con precisión a los residentes más difÃciles de alcanzar de la nación, alrededor de 60 millones de hogares, en solo seis semanas. ¿Será posible?
En el 2010, el 74 por ciento de los hogares contactados por la Oficina del Censo completaron y enviaron formularios por correo. Hasta el viernes 7 de agosto por la mañana, la tasa de respuesta para el recuento de este año era del 63 por ciento.Falta un 37% por responder.
Asimismo, el presentador indica que John Thompson, ex director de la Oficina del Censo, ha dicho en una reciente entrevista que: «todas las encuestas demográficas que conozco utilizan el censo. Si hay un recuento
insuficiente en el censo de 2020, y es grande, eso significa que esas encuestas y estas encuestas, no serán tan precisas, porque serán poco representativas».
Igualmente, Rondón indicó que los datos son demográficos y se utilizan para todo, pero sin duda su valor polÃtico es vital. La Constitución de los Estados Unidos requiere una «enumeración rea» de la población cada 10 años para distribuir los escaños en la Cámara de Representantes entre los estados. Los estados y localidades también usan números del censo para la redistribución de distritos, para trazar lÃmites polÃticos para sus legislaturas y otros distritos gubernamentales. El censo también juega un papel importante en la orientación de la distribución de fondos federales (un estimado de $ 1.5 billones al año o más), asà como en la identificación de necesidades de servicios gubernamentales como escuelas y carreteras.
Si la administración Trump intentase excluir a los residentes indocumentados del recuento de redistribución, estarÃa abriendo la puerta a modificar los totales del censo. Se hablarÃa entonces de que la redistribución de la población de un estado dependerÃa por primera vez de cuántos “no ciudadanos†fueron eliminados del recuento, no de cuantos fueron contados.
Ahora que ya sabe el peso que tiene ser censado, ¿ estarÃa usted dispuesto a perder la oportunidad de que su realidad económica y de salud no formen parte de las decisiones posteriores de un gobierno, cualquiera que sea su color, porque usted no se contó? El momento de ser incluÃdo es ahora.