La Oficina del Censo de EE. UU. publicó ayer los resultados preliminares del Censo de 2020, es la ocasión número 24. El primer censo se realizó en 1790, cuando solo había 3.9 millones de personas viviendo en los Estados Unidos.
Según el censo de 2020, había 331,449,281 personas viviendo en los Estados Unidos al 1 de abril de 2020, lo que representa un crecimiento del 7.4% desde 2010. En los últimos 100 años, EEUU se ha triplicado en tamaño.
Pero ¿por qué es importante el censo? Porque el censo es el método constitucionalmente designado para repartir los escaños de la Cámara de Representantes, que desde 1929 tiene un límite permanente de 435 distritos. Cada estado tiene garantizado al menos un representante, y el tamaño de cada delegación se basa en la población. También servirá de información para la manera en que serán distribuidos cientos de miles de millones de dólares en fondos federales y ofrecerá datos que impactarán a las comunidades durante la próxima década.
La difusión de los datos del Censo definen la redistribución distrital de los Estados. Las nuevas cifras de reparto -que utilizan el recuento decenal de población para asignar la representación en la Cámara de Representantes de EE. UU. entre los estados- son un elemento crucial para trazar la geografía política del país
La nueva distribución de escaños en el Congreso ocurre en la primera publicación de datos del conteo de 2020. En la última década, el sur de EE. UU. experimentó un aumento de población del 10,2%, según los datos de 2020. Los estados a lo largo del suroeste y sureste de la nación experimentaron un crecimiento de población en la última década. Como resultado, Texas ganará dos escaños en la Cámara, por su parte Colorado, Florida, Montana, Carolina del Norte y Oregón obtendrán uno cada uno.
California, Illinois, Michigan, Nueva York, Ohio, Pennsylvania y Virginia Occidental perderán cada uno un asiento.
Se considera que los republicanos tienen la ventaja en el ciclo de redistribución de distritos de este año, ya que controlan las cámaras estatales de Texas, Florida y Carolina del Norte, que han obtenido más escaños en el Congreso.
Según los números de redistribución del censo publicados el lunes, Florida está a punto de convertirse en un actor más poderoso en la política nacional.
Con estos datos en mano, de Texas y Florida, aunado a las tendencias históricas se presagian unas elecciones de mitad de mandato difíciles para el partido que ocupa la presidencia.