A casi un año de la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, el país celebró elecciones en medio de un clima polarizado, con una intensa crisis económica y la pandemia del COVID-19. El candidato del Movimiento Al Socialismo, Luis Arce, salió victorioso con el 52,4% de los votos, evitando una segunda vuelta.
De esta forma, el partido que apoya a Evo Morales vuelve al poder en Bolivia y la oposición luce más fragmentada.
«Conocidos los resultados queremos agradecer al pueblo boliviano. Agradecemos a toda nuestra militancia, hemos dado pasos importantes, hemos recuperado la democracia y la esperanza», expresó Arce al conocerse los resultados.
Marcelo Arequipa, doctor en Ciencias políticas y profesor universitario abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Era de esperarse un resultado de que el MAS ganara por de 10 puntos, respecto a Carlos Mesa. Otro escenario que se podía esperar, es que Mesa hubiera remontado y hubiese forzado la segunda vuelta. En la última encuesta del pasado domingo, un grueso de los encuestados reflejaba estar indeciso. Sin embargo, esos indecisos se tradujo en un voto oculto, lo que arrojó los resultados de las elecciones. Ciertamente, no se esperaba un resultado tan abrumador a favor del MAS”, dijo Arequipa.
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La realidad política de Bolivia deja un escenario que hace un año, luego de la salida de Evo Morales del poder, era impensable. Los opositores de Morales están divididos y el MAS vuelve a presidencia de la mano de Luis Arce.
“Se lo atribuye a dos cosas: En el MAS, hicieron lo que tuvieron haber hecho el año pasado. El tema de la actualización y la renovación. Es decir, entender que el liderazgo histórico de Evo Morales no es el que tiene que ser consecuentemente defendido. También tuvieron un discurso acertado. Le hablaron a la gente de los temas que les preocupa como la economía y no la política. Por su parte, Carlos Mesa tenía un discurso de miedo, en contra de Evo Morales y que iba a combatir la corrupción y el fraude. Ese mensaje estaba bien el año pasado, pero hoy en día no funciona porque el código es otro y la gente ya no está preocupada por el tema político sino por la economía. Estamos pasando por una crisis económica importante. Los bolivianos no encontraron en el discurso de Mesa respuestas a su preocupación”, afirmó el analista.
La gran pregunta es por qué no se pudo formar una coalición y una unidad en contra del MAS en estas elecciones.
“Eso ha sido otra equivocación. Ellos no estaban compitiendo por el proyecto político posterior a Evo Morales, sino por quién sería la figura que representaba la opción opuesta al MAS. Los políticos creyeron que la primera vuelta era una primaria para después ir a la segunda vuelta con todos los apoyos. También asegurar que ellos tenían el voto útil y el voto inteligente, es insultar al resto de los sectores de los votantes. En ese sentido, se está insultando a la gente”, añadió el invitado.
Arequipa también destacó que Bolivia comenzará una nueva etapa desde el punto de vista político. “Bolivia acaba de salir de la terapia intensiva de la política. Ahora viene un proceso de recuperación. Vamos a cerrar un ciclo político de más de 10 años. Me parece que eso es lo está por delante”.