FA/CMR
Ayer los venezolanos, a distancia unos de otros por el mundo y en Venezuela, fuimos uno solo.Un solo venezolano en husos horarios diferentes conteniendo el aliento, con los dedos cruzados, con la mirada en pantallas de tv, de teléfonos móviles o de computadoras, por zoom o en solitario.
Ayer todos fuimos Yulimar Rojas, larga en esperanzas y guerrera en su grito de batalla. Sus aplausos pedidos al escaso público en el estadio no era solo una solicitud de reconocimiento, sino de empuje, de apoyo. También era reconocer nuestra posibilidad, nuestra fuerza, nuestro coraje.Para todos nosotros fue pedir ese apoyo y ese impulso no desde la tragedia que vivimos a diario, no desde el dolor, no desde la urgencia humanitaria. Fue pedirlo desde el optimismo, desde el saberlo alcanzable. Que sà podemos ganarnos una, por fin.
Ayer Venezuela, pronunciada raramente por animadores extranjeros, era sinónimo de logro. Por eso muchos lloramos al verla lograr quebrar el primer récord olÃmpico y finalmente, superarse asà misma para lograr el récord mundial del triple salto en la categorÃa femenina.
No sabemos qué decÃa cuando tras animarnos hablaba u oraba, ¿se hablaba a sà misma? ¿Se decÃa que lo lograrÃa?. Desconocemos qué pensamiento cruzó su mente antes de iniciar cada salto o cuando finalmente hundÃa sus pies en la arena. Tampoco qué ideas se agolparon en su interior cuando la bandera venezolana arropaba su triunfo.(2da foto y 5ta foto)
Lo que sà sabemos, es lo que pensamos, lo que sentimos, lo que respiramos, lo que oramos, lo que se desbordó en nosotros.Â
Por ese instante de nuestra Yulimar Rojas, por los de Julio Mayora y Keydomar Giovan Vallenilla en levantamiento de pesas y el de Daniel Dhers en freestyle BMX, vale la pena compartir nuestra cédula de identidad, nuestra alma llanera, nuestras arepas.
Hemos sido petróleo, misses, emprendedores creativos, Hugo Chávez, corrupción, dictadura, migrantes con suelas gastadas, refugiados, presos polÃticos, casos de estudio de desnutrición alimentaria. Pero ayer con el oro de Yulimar, todos fuimos, atletas de lo posible