Poco menos de un año le queda de gobierno al presidente de Colombia, Iván Duque. El primer mandatario sin reelección en más de 16 años. Llegó con las banderas de la reconciliación y se quedó en el revanchismo, como el mandatario más joven que no supo conectar con los jóvenes.
Ha sido un gobierno signado por la protesta social que venía desde antes de la pandemia, con el paro nacional de 2019, las protestas de septiembre del mismo año y las más reciente en mayo de 2021. Es un gobierno que pasará a la historia por el regreso de las crecientes olas de violencia territoriales que cobran la vida de líderes cada día y desplaza a poblaciones. Casi 150 masacres se han producido desde agosto de 2018 y 133 líderes asesinados en 2020.
Miguel Andrés Fierro, analista político, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“Teniendo en cuenta el contexto en el cual comenzó el gobierno de Iván Duque y cómo se ha desarrollado el mismo, la historia no será muy complaciente con su gestión si se mide de manera periférica. Lo primero, es que Duque comenzó un mandato amenazado antes de tomar posesión. No es secreto para nadie que Gustavo Petro no reconoció la victoria de Duque y manifestó que iba a tener una movilización popular permanente, algo que ha cumplido desde primer día del gobierno de Duque”, dijo Fierro.
Para el analista el estallido social ocurrido en Chile en 2019, generó consecuencias importantes en Colombia.
“Ese mismo año 2019 se instaló el paro nacional que generó una situación a cuotas. El costo político para Duque ha sido muy alto y ha evitado que se conozcan los balances cualitativos de su gestión”, indicó.
Mucho se ha hablado de la dependencia de Iván Duque con el ex-presidente Álvaro Uribe.
“Es innegable que el presidente Álvaro Uribe colocó a su caudal político para elegir a Duque. Uribe es un fenómeno político que le ha permitido ganar directa e indirectamente siete elecciones presidenciales. Eso ha generado una presión social y política muy alta al gobernante. No obstante, buena parte de las bases del Centro Democrático no están muy conformes con la gestión de Duque. En sentido práctico Duque ha tenido oposición en la extrema izquierda y en su propio partido”, explicó.