El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, renunció este lunes a su cargo, tras las fuertes presiones por parte de sectores políticos afines a Jair Bolsonaro que hasta le acusaron de obstaculizar el acceso a las vacunas contra el COVID-19.
La información fue confirmada por fuentes oficiales, tras una breve reunión que Araújo tuvo con Bolsonaro, quien le convocó a la sede del Gobierno para discutir su situación, pero aún no ha informado oficialmente si aceptará la dimisión o no.
Asimismo, el ministro de defensa Fernando Azevedo e Silva, también renunció a su cargo.
El analista internacional, Gustavo Segré, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Es correcta la salida de los dos ministros y Jair Bolsonaro aprovechó para cambiar dos ministros más. Unos por la vía del enroque. Es decir los cambió de un cargo para otro. Hay muchos problemas con relación a las fuerzas armadas por la salida de Azcevedo, quien sale del gobierno sin la petición de Bolsonaro. La salida de Araújo no guarda las mismas proporciones, porque ya estaban pidiendo su retiro. La situación política que busca Bolsonaro es aproximarse más a los partidos del centro”, dijo el analista.
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Para Segré, lo que hizo tan problemático al ministro de exteriores Araújo, fue que “no representó una política exterior confiable y amigable al mundo. También hay que destacar que tenía una visión de la diplomacia distinta a la de Bolsonaro”, explicó.
Para algunos analistas no hay relación entre la dimisión de Araújo y Azevedo. “Sin embargo, ambos pudieron haber renunciado por una tentativa de confrontación del gobierno de Bolsonaro con la Suprema Corte de Justicia. En ese sentido, hubo un rumor de autgolpe y hay reuniones de la cúpula militar por la salida de Azevedo”, comentó el analista.
Segré destacó que el descontento que hay en las fuerzas armadas brasileñas por la salida del ministro Azevedo no guarda un peligro para la democracia. “No obstante, si hay riesgo de gobernabilidad”.
Bolsonaro aprovechó la coyuntura y removió a cuatro ministros más, dejando en evidencia la crisis que atraviesa su gobierno.
“El gobierno sigue siendo similar a lo que estaba. Muchos de los cambios fue que pasaron a los ministros a otros cargos. Todos son puestos y cargos alineados con Bolsonaro y no se rompió el tablero político”, puntualizó el analista.