El pasado 24 de febrero Valdimir Putin anunció la “operación especial militar” en Ucrania, con el objetivo de “desnazificar” el país. Aunque el avance ruso fue rápido en primer momento, se estancaron en la entrada a Kiev y la resistencia ucraniana los ha hecho retroceder en muchos territorios.
Seis meses después, la guerra se centra en la zona del Donbás y en el sur, pero si un dominador claro. La ayuda militar de Occidente a Ucrania ha sido crucial para que el ejército ucraniano se mantenga en pie, mientras que del lado ruso han mostrado deficiencias en logística, planificación, tecnología y tácticas de guerra.
Aunque el mundo comienza estar en vilo por la situación de la planta nuclear en Zaporiyia, que el ejército ruso usa como escudo. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski ha dicho que Rusia está llevando al mundo al borde del desastre radiológico.
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Asimismo, el mandatario afirmó que hace seis meses hablaban de paz y ahora hablan de “victoria”, sentenciando que Ucrania puede ganar la guerra.
El analista internacional, Ariel Segal, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay algo de realidad en lo que dice Zelenski y la prensa occidental, en efecto hay victorias de la resistencia ucraniana y efectivamente han bombardeado posiciones importantes rusas en Crimea. Además, han recuperado algunos territorios que habían tomado los rusos. No obstante, hay que decir que la declaración sobre hablar de victoria y no de paz, es una frase para subir la moral de los ucranianos. No se está llegando a una situación de ese tipo, donde Ucrania está a punto de recuperar Crimea o el Donbás. Pero Rusia está mal herida. Los armamentos de la OTAN están siendo más eficientes porque los han aprendido a usar y porque han recibido armas sofisticadas. Sin embargo, la guerra está estancada, no hay vencedores ni vencidos”, indicó Segal.
Algunos especialistas indican que Putin está esperando el invierno para terminar la guerra, mientras que otros indican que si la guerra trasciende más allá del invierno, sería catastrófico para ambos ejércitos.
“A lo que apuesta Putin no es que el invierno le dará una victoria militar, porque los ucranianos también saben lo que es el invierno. En este sentido, no estamos hablando tanto de la parte militar, sino hasta qué punto se puede dividir el bloque occidental por la necesidad energética”, agregó.
Finalmente, Segal destacó que el continuo aumento de la electricidad, la gasolina y el gas, aunado a la necedad de la calefacción, podría hacer que varios países occidentales resten su apoyo a Ucrania.
“Putin cree que puede alojarse el apoyo occidental a Ucrania y podría frozar a Zelenski a negociar la paz”, puntualizó.