La victoria de Andrés López Obrador en México significó la primera vez en los últimos treinta años que un político de la izquierda llega al poder. La razón es que en la figura de López Obrador, alineaba a todas las fuerzas políticas de izquierda, que conquistó a una población desencantada por los actos de corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto y los partidos tradicionales.
Alberto Rueda Estévez, analista y corresponsal internacional, abordó el tema en el programa En Conexión conducido por César Miguel Rondón.
“El gobierno de López Obrador es de izquierda hacia el exterior, pero hacia el interior pareciera que maneja las malas costumbres de la derecha conservadora. A pesar de que su mensaje siempre ha sido frontal contra el Partido de Acción Nacional que es de derecha o el Partido Revolucionario Institucional que es de centroderecha, no se puede olvidar su origen político que comenzó en las filas del PRI, que gobernó el país por muchos años. Luego del PRI pasa al PRD y se alía con los grupos de izquierda progresista, y hasta hoy en día sigue haciendo campaña con principios de izquierda. No obstante, en este primer tramo de mandato hemos visto un presidente que tiene toques de izquierda, pero maneja algunos esquemas de la derecha a su conveniencia”, dijo Rueda Estévez.
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Para el analista, los vicios de derecha que López Obrador ha repetido son “el tema de la corrupción, la impunidad, su gestión de la pandemia, y otros aspectos dejan ver que su gobierno se parecen a los de derecha que tuvo México anteriormente”.
Una de las banderas de López Obrador para combatir el narcotráfico era su campaña de “No más Balazos sino Abrazos”.
“Ese discurso se fue desdibujando y pareciera que ahora hay un trato con los grupos delincuenciales. Es un tema donde ha quedado a deber y en su último informe presumió que la delincuencia se está batiendo. Él ha dibujado un escenario en el cual muestra que todo va bien, pero vemos un país que no ha cambiado con un gobierno de izquierda”, añadió.
Para Rueda Estévez un dato importante es que en las elecciones intermedias del pasado junio, hubo estados importantes que fueron gobernados por la izquierda y que han sido ganados por la derecha. El caso más emblemático es la Ciudad de México.
“Eso marca un precedente de que hay una sociedad de que ya no cree la narrativa de la izquierda y se está inclinando hacia la derecha. También quedó demostrado que la izquierda mexicana no supo gobernar”, puntualizó.