Estados Unidos anunció sanciones contra dos funcionarios chinos este lunes por “graves abusos de derechos humanos“contra musulmanes uigures, informó el Departamento del Tesoro.
Esta sería una medida coordinada con aliados como la Unión Europea, Canadá y el Reino Unido, que impusieron sanciones a los mismos individuos y a otros.
En una serie de declaraciones cuidadosamente orquestadas, EE.UU. junto a sus aliados en Europa, América del Norte y Asia Pacífico creó una demostración unificada de fuerza contra China.
El profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de Florida, Eduardo Gamarra, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay que entender que lo que sucedió en los últimos cuatro años. Cuando Obama dejó la Casa Blanca dejó un enfoque de cambiar la mirada de Estados Unidos de Europa hacia el continente asiático. En gran medida la lógica de esa visión era tratar de ponerle un freno al avance chino. Cuando llegó Trump se abandonaron esos esfuerzos y comenzó una política contradictoria en relación a China”, dijo Gamarra.
Para el experto China también ha cambiado su enfoque global. “Por una parte es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y debe regirse por esas normas. China también forma parte de la ONU y debe respetar los parámetros mundiales de Naciones Unidas”, explicó.
“La administración de Biden está tratando de obligar el cumplimiento de China en el respeto de los derechos humanos y mantenerse en el aspecto comercial dentro de los parámetros de la OMC”, añadió Gamarra.
En los últimos cuatro años Donald Trump desató la guerra comercial y ese escenario lo está heredando Biden. No obstante, las sanciones impuestas son por violar los derechos humanos.
“Es importante leer algunas de las declaraciones de funcionarios chinos. Han sido muy críticos porque consideran que la posición actual de Estados Unidos es contradictoria. Hay que destacar que desde hace tiempo hay un proceso dirigido hacia musulmanes chinos y otras etnias dentro de China que viven en campos de concentración. Hay quienes dicen que eso es un genocidio y Biden utiliza esto como una herramienta para restaurar relaciones con China”, explicó el profesor.
En cuanto a la política de aranceles, Gamarra señaló que Biden nunca fue muy crítico de la política de aranceles. “Hay una continuidad de esa política que pudiera estar dando resultados positivos en el contexto de crisis mundial”, añadió.
El experto comentó que la temperatura entre Estados Unidos y China está baja. “Los chinos que son muy pragmáticos entienden que si bien está el conflicto de los aranceles, entienden que Estados Unidos no quiere escalar en la confrontación”, comentó.
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