Este fin de semana hubo varias reacciones en columnas de opini贸n y redes sociales sobre las acciones radicales de la dictadura de Maduro聽 contra la oposici贸n de la 煤ltima semana con la detenci贸n de opositores y acusaciones de traici贸n a la patria.聽
En un interesante art铆culo de opini贸n escrito por Colette Capriles en La Gran Aldea, la polit贸loga sostiene que: 鈥淓s muy posible que el madurismo no estuviera dispuesto a arrancar un proceso de negociacio虂n en lo inmediato, e hiciese esfuerzos por evitar que significara una oxigenacio虂n para la oposicio虂n que lo promueve, pero no necesitaba para ello recurrir a una razzia y a una narrativa como las que exhibio虂. Muchos observadores avanzan en la tesis de que como la oposicio虂n se esta虂 reconfigurando electoralmente, provoco虂 esta operacio虂n quiru虂rgica para impedirlo. Y todo esto a la vista de representantes internacionales presentes en el pai虂s.聽
驴Los efectos? El dan虄o a los esfuerzos de coordinacio虂n de la oposicio虂n es evidente, pero tambie虂n se erosiono虂 cualquier avance reputacional que el propio re虂gimen habi虂a intentado. 驴Se impuso la estructura inamovible que yace tras cualquier discurso?
驴Comparten entonces quienes se sientan en la mesa de negociaci贸n la misma percepci贸n de s铆 mismos y del otro? 驴Reconocen sus debilidades y fortalezas y la oportunidad?
El periodista, Pedro Pablo Pe帽aloza, de alguna forma da respuesta a ese cuestionamiento, en su twitter se帽alando que antes de la 煤ltima arremetida contra la disidencia, la pregunta era si 鈥淭iene la oposici贸n la capacidad de forzar al chavismo a aceptar una negociaci贸n como la que plantea el Acuerdo de聽 Salvaci贸n Nacional?聽
Plantea Pe帽aloza que聽 鈥Guaid贸 impulsa una negociaci贸n 芦formal禄, donde las delegaciones se 芦reconocen禄 mutuamente. Maduro no solo ha buscado anular a Guaid贸 y el G4, sino que intenta crear espacios de 芦negociaci贸n禄 con otros sectores de la oposici贸n.聽
Surge la pregunta:驴Maduro reconocer谩 como principal interlocutor de la oposici贸n a Guaid贸-G4, dejando a un lado todo el empe帽o que ha puesto en liquidar al liderazgo de la oposici贸n? Su primera reacci贸n ha sido mantener su discurso de las 芦oposiciones禄 y montar un show en Miraflores.
La 芦narrativa禄 que acompa帽a al Acuerdo de聽 Salvaci贸n Nacional presenta a un Maduro pr谩cticamente disminuido o en retroceso, que se ve obligado a ceder para no caer. Su respuesta, con acciones y hechos, trata de borrar esa imagen y dejar claro que es 茅l quien manda. Entonces, impone pre-condiciones imposibles de cumplir y arrecia la persecuci贸n, incrementando la presi贸n sobre Guaid贸-G4. En paralelo, minimiza la negociaci贸n formal, se帽ala que se entiende con otros actores de la oposici贸n y sigue en campa帽a por las regionales鈥.
Por otro lado, se帽ala Pe帽aloza que聽 鈥渆l Acuerdo de Salvaci贸n Nacional busca allanar el camino hacia la transici贸n democr谩tica. No obliga a la renuncia de Maduro ni garantiza autom谩ticamente su salida de Miraflores, pero s铆 tiene como fin despejar los obst谩culos que hoy bloquean la posibilidad de un cambio. 驴Tiene el chavismo la voluntad de asumir una negociaci贸n que eventualmente pondr铆a en riesgo su continuidad en el poder? Ahora parece m谩s ganado a la idea de ofrecer ciertas concesiones que no lo amenacen y ensayar alg煤n tipo de convivencia鈥澛
Adem谩s se帽ala el periodista, 鈥 la negociaci贸n 芦formal禄 que busca concretar Guaid贸 incluye mediaci贸n y acompa帽amiento internacional, lo que demanda asumir compromisos. En contraste, parece que Maduro ya avanza en la 芦negociaci贸n禄 de su preferencia: no se 芦sienta禄 formalmente y ofrece algunas concesiones (rectores CNE, tarjeta MUD) mientras sigue moviendo sus fichas para que la unidad opositora se termine de romper y se abra otro frente en la comunidad internacional, apostando por posiciones como las ya expuestas por el gobierno de Espa帽a y Josep Borrell.
La instalaci贸n de la negociaci贸n defendida por Guaid贸-G4 convertir铆a a ese proceso en el centro de la pol铆tica venezolana y quiz谩s hasta de Am茅rica Latina. 驴Maduro quiere darle esa relevancia, ahora que trata de fijar el protagonismo de su Parlamento y las regionales?
La presi贸n internacional es clave y ya EE.UU. ratific贸 que apoya una negociaci贸n 芦integral禄 y que en esa mesa se sentar谩 al lado de Guaid贸.聽
Otra pregunta: la administraci贸n Biden puede mantener las medidas aplicadas por Trump, pero 驴estar铆a dispuesta a aumentar la presi贸n?
Pero toda esta estrategia depende cu谩n unificada est茅 la oposici贸n, contin煤a Pe帽aloza:
鈥淓n el escenario de que se presente una oposici贸n fracturada, una sociedad aletargada y una comunidad internacional dubitativa, Maduro puede seguir resistiendo como lo ha hecho y en condiciones m谩s adversas.鈥
Advierte el historiador, Pedro Ben铆tez que 鈥Apuntando siempre al 2024, el madurismo maniobra para que la oposici贸n venezolana siga dispersa, dividida, enfrentada y, por encima de todo, atrapada en la abstenci贸n electoral. Nicol谩s Maduro necesita que algunos partidos y dirigentes opositores participen en el nuevo ciclo electoral, pero que la mayor铆a no vote. Ese es su plan maestro鈥.
Por lo pronto como concluye Colette Capriles, la pregunta es: 驴Vuelve entonces a apostar聽 Maduro al escenario del conflicto intratable y a la para虂lisis en un statu quo eterno?