El G20 es el mayor espacio de deliberación política y económica mundial en la actualidad. Reúne, como mínimo una vez al año, a gobernantes y líderes de bancos centrales de los principales países industrializados y emergentes: los siete miembros del G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) más la Unión Europea en su conjunto, Rusia, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía.
España no es miembro, pero se considera invitado permanente. Estos países suman el 90% del PIB mundial, el 80% del comercio y dos tercios de la población. Surgió en 1999 para dar respuesta a la crisis financiera de finales de los 90; motivado, además, por la idea de incluir en los espacios de debate a las economías pujantes que quedaban fuera del G8.
El doctor Alejandro Cardozo, profesor de política y relaciones internacionales, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El G-20 es una iniciativa de la década de los 90, que se forma para salir de la crisis de ese entonces, que era mucho más suave que la que tuvo que afrontar la comunidad internacional una década más tarde. Estamos en el momento de la época de oro del multilateralismo. El G-20 surge y mantiene su vigencia, respecto a la crisis que sufre la ONU como órgano multilateral. Es decir, nos remite a la idea de que el idealismo en las relaciones internacionales resulta menos eficiente que tomar medidas más realistas a las necesidades urgentes que requiere en ese momento el mundo”, dijo Cardozo.
En la conformación del G-20 hay una confusión, porque muchos indican que se creó en el año 1999, otros la fijan un poco antes, mientras que otros hablan de la crisis de 2008.
“Los países que integran el G-20, son las mayores potencias económicas. Primero, están los 10 principales líderes del sistema internacional. Posteriormente, nace como en una segunda convocatoria las potencias emergentes. Estamos hablando de China e India, que siguen siendo las protagonistas de este momento. Asimismo, solo tres países latinoamericanos pertenecen al grupo, como son los referentes Argentina, México y Brasil. Vemos que es una estrategia de agrupar un grupo de presión económico, tanto estabilizado y los prometedores emergentes”, agregó.
Para el experto, el G-20 se conforma por una iniciativa del G-7, porque entienden que es necesario del sur global y la participación de las economías emergentes.
“En la más reciente cumbre, el anfitrión Indonesia había criticado el hecho que se debatiera constantemente la guerra en Eurasia, y aclararon que para alcanzar los objetivos de la cumbre, los integrantes debían darse cuenta que era una cumbre de seguridad, sino para gestionar la crisis global postpandemia. En ese sentido, no quería que la tensión se centrara en la invasión de Ucrania. El hecho de que Putin no haya querido perder su espacio en el G-20, habla del peso que tiene este grupo de países”, explicó.
Finalmente, Cardozo destacó que estos grupos dan un espacio de camaradería o lo que se llama la diplomacia por segunda vía.
“Es un foro mucho más eficiente, en detrimento de la ONU”, puntualizó.