Nicolás Maduro no mueve el ajedrez militar. El pasado julio ratificó a los presidentes de las empresas más importantes de la Fuerza Armada. No hay ni un solo cambio en 18 direcciones y compañías de la institución armada, la ratificación de 15 de los 28 jefes de las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI) y los seis comandantes de las ocho Regiones de Defensa Integral (REDI), así lo confirman.
El Ministerio de la Defensa emitió 18 resoluciones sobre los jefes, directores o presidentes de diversos entes o empresas de la Fuerza Armada. No hubo ningún relevo, todos repiten en los cargos.
La periodista Sebastiana Barráez abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“De las 18 empresas importantes relacionadas con la Fuerza Armada, no hay ningún cambio. El hecho de que Nicolás Maduro decida no mover a ninguno de ellos se corresponde con lo que ha venido sucediendo en el caso de los nombramientos que debió haber hecho en las Regiones de Defensa Integral, y en las Zonas Operativas de Defensa Integral. Allí ha tratado de mover lo mínimo, imaginemos algo. Las Regiones de Defensa Integral es donde descansa el poder de mando de las Fuerzas Armadas, y en 8 regiones solo hizo cambios en dos. Maduro trata de asegurarse de no mover ni un peón hasta no estar absolutamente seguro que eso no le puede traer consecuencia. La respuesta de eso, es Maduro no le tiene confianza a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, dijo Barráez.
Para la periodista, Maduro no le tiene confianza a la fuerzas armadas, porque el discurso de lealtad que pregonan es falso.
“Ni siquiera Hugo Chávez, que venía de la institución armada y que tenía una fuerte relación con la Fuerzas Armadas, y que tenía un liderazgo en la institución, pudo evitar el 11 de abril. Por supuesto, Maduro que no tiene esa ascendencia, que no viene de las Fuerzas Armadas y que no conoce la institución, no se arriesgará a tener que hacer cambios osados. Chávez los hizo en su momento. Corrió el riesgo, pero en los años posteriores del 2002, hizo jugadas astutas y audaces dentro de las Fuerzas Armadas. Maduro no se atreve a ello y eso da un mensaje, y es el hecho de que las Fuerzas Armadas siguen siendo un peligro para Nicolás Maduro, o al menos así, él lo siente”, acotó.
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El rango más alto dentro de las Fuerzas Armadas es ser general en jefe y ministro de la Defensa. Ese cargo lo ocupa el general Vladimir Padrino López desde hace ocho años, y se ha convertido en una especie de “tapón” cuando todos los años se asciende a montones de generales y almirantes, pero que no tienen posibilidad de aspirar más allá.
“Más allá de la cantidad de oficiales con soles en las Fuerzas Armadas, hay un hecho significativo, y es que tradicionalmente en la institución castrense era importante cuando llegaba al ministerio de la Defensa un oficial de una determinada promoción. Además, era significativo que ocuparan cargos como comandantes generales, o que fueran parte del alto mando militar. Maduro, ha acabado con esa tradición en la Fuerzas Armadas. Eso significa que tiene consecuencias desde el punto de vista de mando. El ministro de la Defensa es un alma solitaria dentro de la institución castrense, porque no tiene ni un solo compañero. No hay ni una sola persona que haya compartido con él desde cadete, o que sea de una de sus promociones cercanas. Eso crea un problema al momento de ejercer el mando y de ser un líder. A Padrino López lo ven como un estorbo, como la persona que impide que las promociones logren tener un integrante en el alto mando militar”, indicó.
Otro factor importante dentro del régimen venezolano, es la rivalidad entre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Se decía que el último era el que tenía la ascendencia dentro de las Fuerzas Armadas, e incluso el que decidía los ascensos. No obstante, en los últimos tiempos, parece que la fuerza de Cabello ha disminuido notablemente mientras que Maduro está consolidado.
“Diosdado Cabello nunca tuvo el control de las Fuerzas Armadas, pero si tenía el control de un sector de la institución armada. Con el tiempo, Maduro se ha asegurado de eliminarle los hombres claves dentro de las Fuerzas Armadas. Curiosamente, el capital que Cabello pierde dentro de las Fuerzas Armadas no lo gana Maduro, y eso hace más dramático lo que sucede dentro de la institución castrense, porque Maduro depende débilmente del general Padrino López. Todavía hay oficiales que respetan y reconocen a Padrino, pero que también lo ven como un obstáculo. Los coroneles y generales, quieren llegar mucho más alto en la pirámide. Padrino López no permite la renovación de otros cuadros dentro del Ministerio de la Defensa”, sentenció.
Finalmente, Barráez destacó que Padrino y sus hombres se han convertido en una represa que no permiten el avance de las otras generaciones.
“Eso está creando un problema grave de liderazgo dentro de la institución”, puntualizó.