Boris Johnson supera la moción de censura, pero recibe un duro castigo de los conservadores. El escándalo de las fiestas en Downing Street en el confinamiento acorrala al primer ministro. Un 41% de los diputados ‘tories’ querían la salida del líder del partido.
Emilio Sáenz-Francés, profesor de historia y relaciones internacionales en la Universidad Pontificia Comillas, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por Adriana Núñez Rabascalla, en sustitución de César Miguel Rondón.
“No hay un mapa adecuado para Boris Johnson, quien ha demostrado en los últimos años ser un superviviente y un animal político de primer nivel. También es verdad es un político extraordinariamente atípico y en algunas ocasiones encaja muy mal en la tradición política británica. Es verdad que ha quedado claro que el apoyo que tiene de su propio partido se ha debilitado, pero tiene un año, hasta que un voto de estas características pueda volverse a celebrar y en ese año pueden pasar muchas cosas. Con lo cual, para un político que gobierna a través del corto plazo y los golpes de efecto, ha salvado la bola de partido que tenía en esta moción en un momento muy complicado que tenía por las investigaciones de las fiestas celebradas en Downing Street”, dijo Sáenz-Francés.
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Para el profesor, de aquí a un año pueden cambiar mucho las cosas.
“No es la primera vez que Boris Johnson muestra capacidad de reconducir o recomponer un prestigio que parecía perdido para siempre”, agregó.
No obstante, pareciera que el apoyo de su partido se ha fragmentado y en cualquier momento puede terminar de caerse.
“El señor Johnson es extraordinariamente hábil y durante los últimos momentos analistas lo han convertido en un cadáver político, pero luego ser calificado como un superviviente. Evidentemente, es un liderazgo débil pero es un liderazgo que ha conseguido salvar esta situación y ha obtenido un margen de maniobra que puede ser muy variado. Puede que los elementos que han ido minando el prestigio de Johnson vayan a más, pero hay que decir que todos los partidarios del Brexit siguen viendo a Johnson como su mejor opción”, explicó.
Una de las frases emblemáticas de Johnson fue que “necesitarán un lanzallamas para poder echarme”.
“Esa es una de las cosas que nunca hubiéramos pensado decir a un primer ministro británico y hace ver que la política británica se ha venido a menos”, añadió.
Finalmente. Sáenz-Francés dijo que Johnson tiene un grado populista.
“No hay que olvidar que es un política extraordinariamente hábil y ha conseguido salir de crisis con su liderazgo reforzado”, puntualizó.