El escenario político mundial se está transformando de una forma llamativa. Está surgiendo un extremo nacionalismo que está trascendiendo de las ideas de derecha o izquierda, de conservadores o liberales. Por estos tiempos es muy común ver a líderes identificados como de extrema derecha, simpatizando con líderes de extrema izquierda.
Los estudiosos de las ciencias políticas siempre han dicho la frase que “los extremos se unen”. Sin embargo, lo que estamos viendo va más allá de la teoría o de unas políticas puntuales, es el surgimiento de un nacionalismo autoritario.
Ángel Álvarez, PhD en ciencias políticas y coordinador del proyecto Crisis y desencanto con la democracia, del Observatorio de la Democracia AUSJL, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay una situación global de retroceso de la democracia en el mundo. Incluso, en los países más avanzados estamos viendo indicadores de descontentos importantes, no solo hacia los gobiernos, sino hacia el método democrático. Incluso hay un uso no liberal de las elecciones. Eso lo estamos viendo en el mundo, porque hay avances de estos sectores. Un ejemplo reciente fue lo que ocurrió en Francia. Las elecciones. Aunque las elecciones no favorecieron a Le Pen, su crecimiento fue asombroso, lo que indica que hay un descontento importante con la democracia liberal”, dijo Álvarez.
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El politólogo afirmó que en América Latina está ocurriendo lo mismo en Brasil, El Salvador, Perú, Bolivia, Venezuela, Chile e incluso en Costa Rica.
“Este observatorio se ha creado como una propuesta de la Asociación de Universidades Jesuitas y me fue encomendada la coordinación”, explicó.
Uno de los fenómenos políticos que se han dado en la actualidad, es un extremo nacionalismo de derecha e izquierda. Incluso, hay líderes que se dicen ser de extrema derecha pero que simpatizan con Vladimir Putin.
“Eso se debe a una combinación de factores estructurales y culturales como la pérdida de liderazgo en la representación política. Hay causas que estamos investigando, pero en general se puede explicar de forma rápida, porque hay un sector importante de la población que ha sido sistemáticamente perdedora”, acotó.
Álvarez comentó que la pandemia del COVID-19 agudizó esa situación.
“Hay una marginalización económica de una población que busca formas distintas a la democracia, pero por métodos democráticos. La época de los golpes de Estado ha quedado atrás. Estos sectores usan las elecciones para llegar al gobierno y actuar como vengadores”, agregó.
Finalmente, el experto destacó que Putin se ha convertido en un ícono para estos sectores.
“Hay gente de izquierda y derecha que tiene simpatía por Putin porque lo ven como un ejemplo de un gobierno electo y reelecto por elecciones no competitivas, pero con apariencia de democracia, y ha logrado ser exitoso en su desempeño político”, puntualizó.