FA/CMR
Niko Vorobyov, un freelance ruso-británico, que ha estado cubriendo la crisis de Ucrania desde Rusia para Al Jazeera, escribÃa la semana pasada en el medio londinense, The Independent, bajo el tÃtulo “Putin es Putin, No todos los rusos son Putin, no queremos esta guerraâ€
“Estaremos atrapados luchando en una guerra de guerrillas de pesadilla con los rebeldes ucranianos, mientras nuestra economÃa se desmorona y todos nos odian. Aunque ‘ganemos’, perdemosâ€(COPIAR FRASE Y AUTOR)
Asà lo refiere Vorobyov quien narra además cómo fueron repelidos los manifestantes que coreaban en la calle principal de San Petersburgo frases contra la guerra.
Explica Vorobyov su desengaño “Pensé que Putin solo iba a ir a Ucrania por un tiempo, tal vez enviarÃa tropas a las zonas rebeldes… Durante el último mes, habÃa estado hablando con expertos, refugiados, polÃticos, oficiales de defensa ucranianos, mercenarios rusos y neonazis, casi ninguno de los cuales pensó que una invasión real estaba en las cartas…Hasta que los cohetes comenzaron a impactar en Kyiv, no pensé que lo harÃa. Pero ahora todas las apuestas están canceladasâ€.
Conmocionado no sólo por esta abierta invasión y también por cómo lo ven los rusos fuera de su entorno inmediato: “Las últimas encuestas de Levada mostraron que más de la mitad de los rusos todavÃa culpan a los EE. UU. por la crisis, pero eso es antes de que las bombas comenzaran a caer…Antes de que comenzara el tiroteo, alrededor de la mitad de los rusos creÃan que esta crisis era culpa de la OTAN y Estados Unidos, pero solo el 14 por ciento culpaba a Ucrania. SerÃa interesante ver qué muestran estas cifras ahoraâ€
Por lo pronto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden en su discurso del Estado de la Unión del 1 de marzo pasado, recordó las sanciones y la fortaleza de ellas. “Rusia está causando problemas, pero hemos tomado sanciones poderosas y ahora Putin está aislado… junto a todos los aliados hemos logrado que Rusia esté aislada†Y más tarde, añadió “La economÃa de Rusia se tambalea y solo Putin tiene la culpa»
Es imposible no impactar la vida de los rusos aunque se busque sancionar puntualmente a sus oligarcas,dueños de bancos y negocios. La pregunta entonces es ¿Cómo viven los rusos hoy? Un reportaje de la BBC da cuenta que tan pronto comenzó la invasión del ejército ruso a territorio ucraniano, muchos ciudadanos rusos acudieron a los cajeros automáticos ante la crisis que se avecinaba para guardar dinero suficiente para solventar sus gastos.Â
La BBC entrevista alya, que tiene poco más de 30 años y terminó de pagar su hipoteca en Moscú, quien señala que cuando comenzó la operación en el Donbás, fué al cajero automático y sacó los ahorros que tenÃa en dólares en Sberbank. “Ahora los guardo literalmente debajo de la almohada (…) el resto de mis ahorros todavÃa están en los bancos: la mitad en dólares y el resto en rublos. Si las cosas empeoran, retiraré el lote. Tengo miedo porque preveo una ola de robos. Pero estas son las opciones que hay»Â
También recoge la BBC las impresiones de Evgeny, de 45 años, en una cola en el banco en Moscú:»Todos los que conozco están ansiosos. Todos están estresados. No tengo ninguna duda de que la vida empeorará. La guerra es horrible (…) creo que todos los paÃses emplean dobles raseros y ahora los ‘paÃses grandes’ están midiendo las fortalezas de los demás, decidiendo cuál es mejor. Y todos están sufriendo»Â
Sobre ello reflexiona Niko Vorobiev, “En cuanto a las sanciones, no es justo castigar a los ciudadanos comunes por los delitos de poder. No ha funcionado con Irán, y no funcionará aquÃ. Rusia puede adoptar una mentalidad de asedio y Putin puede obtener un control más firme de su poder. Mira, Occidente está contra nosotros, dirá. El castigo colectivo le está haciendo el juegoâ€
Por lo pronto, repudiados de eventos deportivos, de orquestas europeas, expulsados de estudios cientÃficos, los rusos lo recuerdan una y otra vez, Putin no es Rusia. Pero, como siempre, no bastan las palabras. Esa Rusia silente es mucha gente, millones de rusos. Una fuerza humana que no puede desdeñarse, si unida, se enfrenta al hombre que osó robar su gentilicio.