El regreso de los talibanes al poder en Afganistán los convierte en uno de los protagonistas políticos de este 2021.
El auge del talibán ciertamente podría otorgarle oportunidades políticas y económicas para China, como por el ejemplo el desarrollo de las vastas riquezas minerales de Afganistán, y Beijing ha dejado en claro que está lista para ayudar a reconstruir al país vecino. Pero para ello se requerirá estabilidad, y al menos por ahora, las consecuencias de la retirada de estadounidenses han sido de caos.
Gabriel Ben-Tasgal, periodista especializado en territorio islámico y Medio Oriente, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El talibán es un grupo relativamente pequeño que representa a ciertos clanes del norte del país y que ha ascendido al poder porque Estados Unidos ha decidido aplicar una política distinta. La administración Biden ha decidido no enviar dinero ni solados a un país que de todas formas los va a odiar y la única opción que quedaba era perder. Estamos determinando que tipo de régimen es el talibán durante el próximo año”, dijo Ben-Tasgal.
La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán fue caótica y penosa. En ese momento había un aire de victoria por parte de los talibanes, quienes aseguraban que habían derrotado militarmente a los Estados Unidos.
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“No es así. El talibán no derrotó a nadie y lo único que hizo fue esperar a que Estados Unidos se cansase de invertir dinero sin ningún tipo de beneficios. Afganistán era un colador de dinero y no era útil a largo plazo. Ahora bien, el talibán fue derrocado por una coalición internacional en el año 2001. Lo que estamos viendo en este momento es un ocultamiento de la verdad. Los talibanes se cuidan mucho de que no se filtren imágenes que sacudan la opinión pública”, agregó.
Para el periodista los talibanes no controlan en totalidad el territorio afgano.
“Controlan las ciudades grandes, pero no los clanes a su alrededor. Lo que sucede es que no existe una entidad afgana como país. Tampoco controlan al grupo llamado Isis-K. Ese grupo le viene bien a los talibanes, porque hacen el trabajo sucio”, apuntó.
Desde occidente se aprecia el regreso de los talibanes como una vuelta al Medioevo. Las mujeres no tendrán ningún derecho y todo se retrasa.
“No hemos visto todavía la imposición de la ley sharía más estricta, porque los talibanes temen que imágenes monstruosas circulen por el mundo. Lo segundo es que no quieren que Afganistán sea reconocido como el país base de los atentados terroristas. Lo tercero es que no quieren que el país sea señalado como un narcoestado”, explicó el periodista.
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