Ayer el venezolano Julio Mayora Pernía, oriundo de Catia La Mar, ganó la primera medalla, y de plata, para nuestro país en las Olimpíadas de Tokio, un logro impresionante. Mayora quien estaba en la categoría de 73 kilos, levantó 156 kilogramos al inicio y luego 190 kilos para una marca de 346.
Así lo vivieron en su barrio. Sus vecinos y familiares compartieron su emoción, que fue para cada venezolano no importa cuan lejos de su país estuviera, su propio momento de triunfo.
Esta alegría y emoción contrasta con la experimentada en días pasados al conocer que entre las filas del equipo olímpico de refugiados se encontraba por primera vez un venezolano. El boxeador peso mediano, Eldric Sella, uno de entre 29 atletas de Siria, Sudán del Sur, Eritrea, República del Congo, Irán, Camerún, Afganistán, entre otros.
Sobre él escribe la periodista Mary Montes en el portal La Gran Aldea, bajo el título “Todos somos Eldric Sella”: “Eldric Sella es un venezolano que tuvo que huir de Venezuela tratando de conseguir seguridad y condiciones de vida dignas. Se estableció en Trinidad y Tobago, que no es precisamente un Estado que se caracterice por brindar condiciones de inclusión a los migrantes, todo lo contrario.”
Lo dice Mary porque Eldric no puede regresar a Trinidad y Tobago donde estaba como refugiado por tener el pasaporte venezolano vencido.
Continúa Montes: “Eldric es cada venezolano que está por el mundo sin papeles, es el sueño cumplido de una revolución resentida y fracasada que llama “apátridas” a todo aquel que disienta de sus miserias. En eso convirtió el chavismo a los venezolanos, en apátridas. No contamos con un Estado que sea capaz de garantizar nuestros derechos, que nos aporte siquiera un documento de identidad que nos permita identificarnos ante otros. Eldric perdió su presentación en boxeo ante un peleador dominicano, pero es un ganador, es un embajador de lo que padecemos, es la encarnación de lo que le ocurre a los ciudadanos ante el desmontaje de las instituciones, es un hijo de la ausencia de democracia…”
El martes el equipo del dictador reaccionó a la noticia burlándose de la situación de este venezolano.El canciller de Maduro, Jorge Arreaza escribió en su twitter:“Acnur busca país que reciba al boxeador venezolano Eldric Sella” y señaló que el pugilista no puede ser considerado refugiado porque no es víctima de persecución y abandonó Venezuela voluntariamente. “Esto ocurre cuando Acnur actúa por intereses políticos, sin rigor. Eldric Sella no es refugiado, nadie lo persigue. Puede volver a casa cuando quiera. Migró a Trinidad y no le podía ser otorgado un status para el que no aplica. Acnur lo utilizó ideológicamente contra Venezuela”
¿ Todavía cree ese señor que la gente que se va de Venezuela lo hace por algo diferente que el desprecio que siente por parte del régimen a su vida, su seguridad, sus sueños? Un refugiado es según ACNUR, una persona que se encuentra fuera de su país de origen por temor a la persecución, al conflicto, la violencia generalizada, u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público y, en consecuencia, requieren protección internacional.¿Puede alguien dudar de que 5 millones de venezolanos desplazados a otros países se han ido de Venezuela por las mismas razones que Eldric?
El viceministro de Políticas Antibloqueo del régimen, vaya ministerio, William Castillo, fue todavía más lejos, publicó en un tuit: “El show de ACNUR cae directo a la lona de los hechos. Lo lamento por ese muchacho y por el deporte, utilizado por burócratas y negociantes internacionales para dañar la imagen de su país”. En otra publicación que incluía una imagen de Sella derrotado en Tokio, escribió “NADA representa mejor a la OPOSICIÓN venezolana y a la ‘Narniazuela’ de Guaidó que esta foto…”
Y ¿quién lo retuiteó? El propio Nicolás Maduro. El verdadero show y la vergüenza pública la han puesto ustedes.