Una carrera profesional exitosa, logros académicos, elogios y, a pesar de todo, sigues pensando que todo se debe a una serie de «golpes de buena suerte», que pueden desaparecer en cualquier momento.
Este trastorno es más habitual de lo que parece: se llama «sÃndrome del impostor» y siete de cada 10 personas lo han sufrido alguna vez en su vida.
Quiénes lo sufren, tienen la sensación de no estar nunca a la altura, de no ser suficientemente bueno, competente o capaz, se sienten impostores, un fraude.
Rómulo Aponte, psiquiatra, abordó el tema en el programa En Conexión conducido por César Miguel Rondón.
“El SÃndrome del Impostor es una patologÃa psicológica que se trata de caracterizar a una persona que asume el rol de otra persona. No se trata de personalidad múltiple, sino que es una persona que necesita revestirse de otra personalidad para asumir las demandas de la vida cotidiana. La pregunta es el por qué la persona debe disfrazar su identidad para poder asumir la vidaâ€, dijo el experto.
Un ejemplo de este trastorno es que las personas aparentan lo que no son para sobrevivir en el dÃa a dÃa.
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“Disfrazan y maquillan el Yo. Otra señal es que las personas se creen incapaces de afrontar la vida y se creen cómo un impostor al asumir compromisos y la realidad de la vidaâ€, agregó Aponte.
Para el psiquiatra el trastorno tiene que ver con las personas pusilánimes, los psicópatas que utilizan a las personas para sus propios beneficios, los narcisistas que tienen un ego enorme y un aire de superioridad. Eso no es más que un disfraz para ocultar sus debilidades. Las mujeres seductoras también sufren de este trastorno.
“Se estima que un 40% de las personas que andan por la calle, que no están recibiendo un tipo de terapia, tienen un problema de personalidadâ€, añadió.
En cuanto a los riesgos para una persona con el SÃndrome del Impostor, Aponte aseguró que es un riesgo para la misma persona.
“Se sienten inseguros ante las demás personas, no pueden afrontar la vida, son ansiosos, carecen de buena autoestima, temen de su apariencia fÃsica, tiene miedo a los afectos, a la sexualidad, y su comportamiento en general†señaló el analista.
Para curarlo la misma persona debe reconocer que padece la patologÃa.
“Hay muchas causas de baja autoestima. Ser un niño carente de afecto, muy criticado por sus padres, o sobreprotegido y tienen un propio concepto de minusvalÃa. Son temerosos, inseguros y muy falsos.
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