FA/CMR
Esta semana el secretario de Estado, Antony Blinken, se ha sumado al esfuerzo de la la VicePdte de Estados Unidos, Kamala Harris, con su gira por Centroamérica, especÃficamente lo que se conoce como el “Triángulo Norte†que conforman El Salvador, Guatemala y Honduras.
Mientras que la Vicepresidente Harris se ha enfocado en estrategias para mitigar los problemas de la región que causan la migración forzada de miles de personas, en áreas como el desarrollo económico, el clima, la inseguridad alimentaria y los problemas de la mujer, Blinken lo ha hecho en torno a la gobernabilidad, la corrupción y la democracia.
Blinken ha dicho en su reciente visita a Costa Rica: “Los buenos gobiernos son cruciales para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades. Sin embargo, nos reunimos en un momento en que la democracia y los derechos humanos se ven socavados en muchas partes de la regiónâ€
En un discurso ante la Conferencia de Washington de las Américas, el mes pasado, la VicePdte Harris advirtió que “Si la corrupción persiste, nos ha dicho la historia, será un paso adelante y dos atrásâ€
Escribe Brian Winter, editor en jefe de Americas Quarterly, sobre el asunto centroamericano un interesante artÃculo sobre lo que se puede o no lograr en la región. “Hasta ahora, el gobierno de Biden ha optado por un enfoque más confrontativo que sus predecesores (incluido Barack Obama), poniendo de relieve públicamente los fracasos de la región, las «causas fundamentales» que llevan a la gente a emigrar del Triángulo Norte de Centroamérica, compuesto por Guatemala, Honduras y El Salvador. Estos incluyen desempleo, violencia, cambio climático y la pandemia COVID-19, entre otros. El equipo de Biden ha declarado que quiere dirigir gran parte de su programa de ayuda de cuatro años y cuatro mil millones de dólares propuesto para el Triángulo Norte a la sociedad civil, evitando gobiernos corruptos cuando sea posible. Un funcionario de la Casa Blanca denunció una «élite depredadora» que se interpone en el camino del progreso, mientras que el mes pasado el Congreso publicó una lista del Departamento de Estado de 16 polÃticos actuales o anteriores que considera corruptosâ€Â
Alejandro Mayorkas, primer migrante hispano al frente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) del Gobierno estadounidense, señaló que comparte la “creencia de que solo podemos gestionar la migración de forma eficaz, responsable y duradera si abordamos la cuestión de forma global, mirando mucho más allá de nuestras propias fronteras»
Lo anunciado ayer en Guatemala indica hacia dónde se dirigen otras acciones para controlar la migración. El Gobierno estadounidense confirmó que abrirá varios centros en la región para personas que busquen llegar y pedir asilo en Estados Unidos, donde se ofrecerán servicios de asesorÃa a quienes necesiten vÃas legales para migrar, asà como a las que necesiten protección, referencias de asilo y reubicación de refugiados. Además se prevé aumentar el número de funcionarios de seguridad fronteriza en la región.
Señala Brian Winter, editor en jefe de Americas Quarterly que “ La corrupción endémica es una de las principales razones por las que el último medio siglo de esfuerzos de ayuda de Estados Unidos ha fracasado en su mayorÃa…Sin embargo, la pregunta clave es si Estados Unidos realmente puede hacer mucho al respecto, es decir, si la presión de Washington, o de cualquier potencia extranjera, puede inducir a los gobiernos soberanos a purgar a los actores corruptos y crear mejores institucionesâ€
Y si mientras eso ocurre, bastará con apoyar a la sociedad civil, sancionar a los corruptos y crear centros en los propios paÃses de los migrantes potenciales para que sea allà y no en la frontera mexicano-estadounidense donde se trate de encontrar solución a sus demandas.