FA/CMR
En Venezuela, sabemos de amaneceres tristes, revueltos en reflexiones de pérdida, esa clase de resaca que nos deja la vergüenza de una noche de traición.
Hoy, muchos ciudadanos de Estados Unidos, se sienten un poco como los venezolanos, no se reconocen en ese nuevo paÃs que el totalitarismo ha creado.
Asà lo ve el mundo. El diario alemán “Frankfurter Allgemeineâ€: “Los partidarios de Trump asaltan el Capitolioâ€, el periódico londinense The Times: “Capitolio de los Estados Unidos bajo asedioâ€, el diario El PaÃs de Madrid“Trump instiga una revuelta contra la confirmación de Bidenâ€, el periódico Le Monde de ParÃs “Trump provoca el caos en Washingtonâ€. El O Globo de Brasil, lo pone aun mas claro: “Trump incita ataque a la democracia y turba invade al Congreso de Estados Unidosâ€Â
Pero, señores, el asalto ayer al Congreso de los Estados Unidos, vino antecedido de otros asaltos. El asalto a la verdad, con la conchupancia de medios de comunicación que hicieron fortuna y rating siguiendo al polémico lÃder anti establishment. El asalto a las redes sociales cuyas empresas y gerentes no terminaban de entender cómo sus creaciones servÃan de plataforma perfecta para la mentira y la radicalización. El asalto a la polÃtica, a los valores y la ética de gobernar. Asaltos tras asaltos ocurrieron a la vista de todos, una institución tras otra, durante 4 años seguidos.
El 27 de enero de 2017, apenas 7 dÃas después de la toma de posesión de Donald Trump, mi hijo, Andrés Miguel Rondón, un joven economista, publicaba en The Washington Post, un artÃculo de opinión, que hoy cuatro años más tarde se revela con profunda claridad.Se titulaba: En Venezuela, no pudimos detener a Chávez, no cometan los mismos errores que nosotros.
“Donald Trump es un capitalista declarado; Hugo Chávez fue un socialista con sueños comunistas. Uno construye rascacielos, el otro los expropió. Pero la polÃtica es solo una mitad de la polÃtica: la otra mitad, más oscura, es la retórica. A veces, la retórica se impone. Tal ha sido nuestro destino en Venezuela durante las últimas dos décadas, y tal es el vuestro ahora, estadounidenses. Porque en un sentido, Trump y Chávez son idénticos. Ambos son maestros del populismo.
La receta del populismo es universal. Encuentre una herida común a muchos, encuentre a alguien a quien culpar y cree una buena historia para contar. Mézclalo todo junto. DÃgale a los heridos que sabe cómo se sienten. Que usted encontró a los malos. Etiquételos: las minorÃas, los polÃticos, los empresarios. Haga una caricatura de ellos. Como alimañas, mentes maestras malignas, odiadores y perdedores, lo que sea. Entonces, pÃntese a usted mismo como el salvador. Capture la imaginación de la gente. OlvÃdese de las polÃticas y los planes, simplemente deleÃtelos con un cuento. Uno que comienza con ira y termina en venganza. Una venganza en la que pueden participarâ€
Ayer se ejecutó esa venganza y fue antecedida por varios llamados del propio Presidente Donald Trump a ejecutarla. ¿Su arma? La retórica, la narrativa.
Tras perder las elecciones, Trump construyó su historia. El voto fue robado, manipulado, contado dos veces, negado, simulado. Las máquinas cambiaron el resultado. Cajas con boletas manipuladas o con votos pro Trump desechados.Imágenes intervenidas rodaron por las redes sociales para dar veracidad a su retórica. Y en ese trecho hubo cómplices, desde los que reeditaban las imágenes, los medios que las trasmitÃan hasta usted mismo que las compartÃa en sus redes sociales y grupos de whatsapp. Todos al servicio del lÃder totalitario.
El 20 de diciembre pasado, Donald Trump sostenÃa en twitter: “EstadÃsticamente es imposible haber perdido las elecciones de 2020. Gran protesta en DC el 6 de enero. ¡Esté allÃ, será salvaje! «
¿qué significaba “salvaje� Ahora lo sabemos.
Este miércoles 6 de enero, mientras en el Congreso se seguÃa el protocolo de certificación de los votos electorales ya propiamente certificados por los Colegios electorales, recontados y auditados varias veces, Donald Trump unos cuantos metros más allá, tras un escudo protector, arengaba a sus seguidores:
«Vamos a caminar hasta el Capitolio, y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas y mujeres, y probablemente no vamos a animar tanto a algunos de ellos»“Nunca vamos a recuperar nuestro paÃs con debilidad. Tienes que mostrar fuerza y tienes que ser fuerte «
Afortunadamente, la democracia, representada en diputados y senadores que se quedaron hasta el amanecer de este jueves 7 de enero, venció. Los miembros del Congreso, pusieron un sello final a la victoria del presidente electo Joe Biden y con ello pusieron también fin a un perÃodo postelectoral históricamente turbulento.Â
Para Trump, como lo recogen sus palabras en una declaración escrita, habrá transición ordenada:
«Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos me confirman, sin embargo, habrá una transición ordenada el 20 de enero», …»representa el final del mejor primer perÃodo presidencial de la historia.»
No creo que todos les recordemos asÃ.