Para todo líder autoritario la continuación en el poder es un objetivo en sí mismo. Ejemplos sobran en la historia.
A la víspera del 6 de enero, varias jugadas se están dando a la vez para impedir que el Presidente Donald Trump tenga que ceder el cargo ante el Presidente electo, Joe Biden.
Por un lado, las acciones de cerca de una docena de senadores y al menos 140 miembros de la Cámara de representantes, respaldados por el vicepresidente Mike Pence que que se oponen a certificar los votos del Colegio Electoral estatal el 6 de enero, cuando se realice la sesión bicameral (del Senado y la Cámara de Representantes) para contar los votos electorales de Biden y confirmarle como vencedor de los comicios presidenciales.
Adicionalmente, el senador Ted Cruz (R-Texas) quien lidera un grupo de 11 senadores más como objetores electores, ha pedido que se resucite una Comisión Electoral para realizar “una auditoría de emergencia de 10 días de los resultados de los estados en disputa». Pero quizás la más descarada de las medidas, es la llamada de una hora de duración que le hiciera Trump al secretario de estado, de Georgia, Brad Raffensperger
¿Qué puede ocurrir en Estados Unidos? ¿Se está atentando contra la democracia?
César Miguel Rondón aborda el tema junto a Eduardo Gamarra, @gamarrae profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales en la FIU.