Donald Trump, presionó al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que consiguiera votos que lograran anular los resultados electorales presidenciales, según una grabación de audio de una llamada telefónica obtenida por CNN y reportada por primera vez por The Washington Post este domingo.
En la llamada de una hora de duración se escucha a Donald Trump arremetiendo contra su compañero republicano por negarse a decir falsamente que ganó las elecciones en Georgia y promocionó repetidamente afirmaciones infundadas de fraude electoral.
El profesor del Departamento de PolÃtica y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La institucionalidad es la que va a primar. La institucionalidad ya ha dado su veredicto. El proceso electoral funcionó exactamente como fue diseñado, igual que en años anteriores. La única diferencia es que el candidato perdedor no ha aceptado la derrotaâ€, dijo Gamarra.
Para el catedrático, que Donald Trump no haya aceptado los resultados de las elecciones a estas alturas, pone en entredicho la institucionalidad de los Estados Unidos.
“El dÃa miércoles se dará la culminación de un proceso normal: el Congreso debe ratificar la votación del Colegio Electoral. Sin embargo, una fracción del Partido Republicano duda que el resultado sea cierto. Es decir, dudan de la credibilidad del proceso electoral y piensan  que hubo fraude. Todo esto es alimentado por el presidente Trumpâ€, agregó el profesor.
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La división del Partido Republicano
Ante este escenario se ha dividido el seno del Partido Republicano. Mitch MCconell, Mitt Romney, y otros lÃderes del partido se han alejado de Trump, mientras que el Senador Ted Cruz y otros integrantes de la tolda polÃtica siguen la tesis del presidente.
“Se ha dado un esquema de recaudación de fondos en la denuncia de fraude electoral. El presidente Trump ya tiene en el bolsillo 200 millones de dólares, según los últimos cálculos. Eso lo puede utilizar en la campaña 2024â€, expuso Gamarra.
En cuanto a la fragmentación del Partido Republicano, el profesor destacó que “está dividido entre una élite tradicional y democrática, y el otro grupo que sigue al presidente Trump, que tienen tendencias autoritarias y no democráticasâ€.
Sin embargo, los últimos estudios indican que más del 80% de los republicanos apoyan a Trump y creen que hubo fraude en las elecciones. “Ese es el gran daño que se le ha hecho a la institucionalidad de los Estados Unidos. Hay un cuestionamiento profundo a la institucionalidad democráticaâ€, añadió.