FA/CMR
Esta mañana entrevistamos al obispo venezolano, de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, quien advirtió en una carta reciente, sobre “un proceso de islamización en Venezuela”, la instalación de inteligencia cubana y la destrucción de las instituciones del estado por la conformación del estado comunal a partir de 2021, como un riesgo que los políticos de la oposición no han calculado ni enfrentado.
Para el prelado, la presencia de los iraníes en el territorio nacional es algo que él ha denunciado desde hace tiempo pero no le han hecho caso. Señala Monseñor, que el interés de Irán, va más allá de lo económico, se trata de un interés geopolítico. Es en pocas palabras, “tener en Venezuela una cabeza de puente, convertirla en un enclave geopolítico, que es importante para los iraníes pero muy peligroso no solo para nuestro país sino para otros países de la región”.
También denuncia Monseñor, la acción de proselitismo político y religioso que están haciendo los iraníes en Venezuela, contrario a la fé que practican la mayoría de los venezolanos.
“Nuestros líderes de la oposición ni los líderes “conscientes” del chavismo se han dado cuenta. Y ahora cuando se da la visita del canciller iraní, quien fue tratado como un “hermano”, se terminan de prender las alarmas. Estamos en un punto de no retorno, como dicen los aviadores, cuando llegan a esa nivel y no pueden mirar atrás, sino confrontar esa realidad”
Mario Moronta, señala que la nueva Asamblea Nacional que se elegirá, ilegítimamente, va a instaurar, como ya lo había advertido Hugo Chávez, el estado comunal, que irá desmontando las instituciones democráticas del país y lo poco constitucional que aún nos queda, para llevarnos ahora sí a la 5ta República.”Un golpe de Estado a la Constitución…inspirado en Lenin y el pensamiento de Antonio Gramsci”
Monseñor le pide a los líderes que abran los ojos y le presten atención a lo que importa, en vez de seguir concentrados en una pelea por la cuota de poder. Plantea que hay que elaborar una estrategia con especialistas y ante la comunidad internacional,en torno a esto que nos ocurre, porque además tampoco en el mundo militar hay conciencia de ello.
Es crítico el obispo, cuando se refiere a la consulta popular que plantea la oposición en diciembre, comparándola con la que se produjo el 16 de julio del 2017, cuando después del resultado no se produjeron acciones concretas. “Sería más honesto que nos dijeran qué es lo que van a hacer después de la consulta. Hemos escuchado por 21 años a Chávez, Maduro y el oficialismo, cuando dicen lo que van a hacer y nos hemos burlado de ellos, creyendo que eran bravuconadas y todo lo que ellos han anunciado se ha cumplido. Yo creo que ya es hora de que la dirigencia opositora, si es que de verdad, piensa en el pueblo, nos diga cuáles van a ser los siguientes pasos”
Refiriéndose a algunos errores de la oposición, que ahora hace un ejercicio de autocrítica, dice que “en Enero de este año, los líderes opositores dijeron que iban a nombrar una nueva directiva del CNE y no lo hicieron. Por retrasarse se dejaron meter el strike de un nuevo CNE y una nueva directiva de otras de las tantas asambleas que tenemos en Venezuela”.
Y como cierre, argumenta Monseñor, que la dirigencia opositora no puede seguir en los escritorios y en los partidos, sino ponerse al lado de la gente.
Asume Monseñor el difícil rol desde su podio de decir la verdad, sin sutilezas ni dobleces. Sus palabras han sido las más contundentes que se hayan escuchado en nuestro país, en los últimos meses, de ningún dirigente político y las que mejor recogen el sentir de todo un pueblo. Su palabra vaya adelante, Monseñor.