Venezuela es un país en crisis en todas las áreas. Nicolás Maduro reconoció que solo hay reservas de gasolina para 20 días, el dólar paralelo rebasó los 500.000 bolívares y las fallas eléctricas, la escasez de agua y gas van en incremento.
Desde el punto de vista político la situación no se esclarece. Leopoldo López se escapa del país y llega a España, la oposición sigue luciendo dividida, Nicolás Maduro sigue apostando por las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, que todo parece indicar no serán reconocidas por la comunidad internacional, y Juan Guaidó propone una consulta popular para rechazar el evento electoral.
Michael Penfold, analista en políticas públicas y planificación estratégica, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Venezuela está en un colapso completo. Es un país cuya economía es del tamaño de Honduras o Nicaragua. Caracas es del tamaño de Medellín en términos de actividad económica. Eso es el reflejo de un país donde el sector petrolero, que es su principal producto de exportación carece de inversión. Actualmente, solo hay un taladro operativo y lo que se vende es lo que está en inventario con cierta dificultad. Además el parque refinador también colapsó. Las importaciones se han vuelto muy complicadas realizarlas, en el marco de las sanciones. Es un país que se está quedando cada vez más pequeño en el mundo. La única manera de resolver esto es institucionalmente. Sin embargo, estamos muy lejos de eso. Vamos a unas elecciones parlamentarias con las que el régimen busca cerrar el capítulo de Guaidó, y una oposición que apuesta a un gobierno interino que no tiene sustento más allá del 5 de enero de 2021”, explicó el analista.
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Es un contexto confuso y complicado. El venezolano se percibe desconectado de la política. La oposición está fragmentada. María Corina Machado, apuesta por la invasión internacional, Henrique Capriles por la presión interna, y Leopoldo López, recién llegado a España luego de escapar del país clandestinamente, sigue apostando por el gobierno interino y el liderazgo de Guaidó.
“Es muy revelador que Leopoldo López haya dicho que comienza una nueva etapa, en la que más que privilegiar lo doméstico, sobrepone el factor internacional. Para nadie es un secreto que López era el gran operador de Guaidó. Sin embargo, más allá de la salida de Leopoldo, la realidad venezolana no va a variar”, dijo Penfold.
Todas las dudas están puestas en lo que podría pasar el 5 de enero con el gobierno interino dirigido por Guaidó.
“Es importante entender lo que implica el 5 de enero de 2021 en Venezuela. Lo que significa es que todos los poderes públicos desde la presidencia, la Asamblea Nacional e incluso el poder judicial, no tendrán un origen democrático. Por lo tanto, el país entra en un vacío institucional completo. Esto es un drama institucional muy grande. Este un país que tiene tres Asambleas, dos gobiernos, dos Tribunales Supremos de Justicia, en la práctica está teniendo dos poderes electorales. Esto es un desmadre. Esto solo se resuelve con una negociación o un acuerdo, porque lo que queda claro es que solo nadie puede. Maduro no tiene una respuesta unilateral, pero Guaidó tampoco la tiene”, dijo el experto.
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Penfold también destacó que la postura radical de un sector de la oposición es contraproducente. “Cuando vino la comisión enviada por el Alto Representante para los Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, se encontró con una posición adversa de los Estados Unidos y de la misma oposición venezolana, de seguir apoyando un interinato y una continuidad administrativa que no tiene sustento jurídico y democrático”.
Dentro de los rumores que engloban el 5 de enero, se ha llegado a mencionar un presunto gobierno en el exilio. Es decir, que Guaidó y la mayoría de los diputados salgan del país.
“La oposición ya estaba fragmentada entre moderados y radicales, y los que están afuera contra los que están adentro. A eso vamos a tener que agregarle los que apoyan o no apoyan al gobierno interino. Ese escenario es perfecto para Maduro, porque dividida la oposición no puede coordinar una acción o cualquier estrategia política. Al final vamos a terminar con una oposición que está afuera, pero que tendrá que volcarse hacia adentro. El 78% de los venezolanos rechaza a Maduro y el 83% quiere un cambio. Es decir, el país entiende que la causa del problema es político, pero también entiende que no se producirá el cambio”.
Finalmente, Penfold agregó que después del 5 de enero Nicolás Maduro y su círculo avanzarán hacia su estabilización. “Con la nueva Asamblea van a renovar los poderes, van a convocar las elecciones regionales y plantearán la posibilidad de un revocatorio a finales de año. Eso también producirá unos dilemas importantes dentro de la oposición”.
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