Los periodistas Joe Barrett y Zusha Elinson escriben hoy un interesante artículo, en el Wall Street Journal, titulado «La policía lucha para proteger a los votantes y evitar la intimidación en las urnas», sobre un tema que ronda la cabeza de muchos, ¿se generará violencia durante y después de las elecciones en Estados Unidos? , ¿cuál será el rol de los cuerpos de seguridad?
Un tema delicado, pues se trata de prevenir sin generar intimidación, también de generar paz a muchos ciudadanos que temen se genere violencia en sus vecindarios en las cercanías de los centros de votación.
Sean Morales-Doyle, subdirector de Derechos Electorales y Elecciones en el Centro Brennan para la Justicia en Facultad de derecho de la Universidad de Nueva York, citado por el artículo del WallStreet Journal, señaló que “La preocupación por la presencia de las fuerzas del orden público en las urnas se remonta a décadas de supresión de votantes en el sur, donde la policía a menudo desempeñaba un papel en la intimidación de los votantes negros».
La presencia de policías en centros electorales se remonta a la era de Jim Crow, cuando la policía intimidaba a los votantes de color.
Ahora se representa una disyuntiva, es necesario para los policías estar presente ese día pero ¿cuán cerca?
Leemos en el Wall Street Journal “La preocupación entre los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley es que los esfuerzos para proteger a los votantes los colocan en la posición de vigilar las urnas, una práctica que históricamente ha sid ,o desalentada o incluso prohibida por la ley.
Hasta ahora, las autoridades han adoptado diferentes enfoques. Michigan ha tomado medidas para prohibir las armas de fuego en las urnas después de que se produjeran protestas armadas en el capitolio estatal. La policía de la ciudad de Nueva York planea aumentar su presencia en los lugares de votación y sus alrededores”.
En Minnesota, la policía, debe mantenerse en la parte externa de los centros de voto. En la mayoría de los casos, tiene prohibido ingresar a un lugar de votación a menos que haya sido convocada por un funcionario electoral.
En Carolina del Norte, los funcionarios electorales estatales advirtieron a la policía que no deberían estar en las urnas porque algunos podrían encontrar su presencia intimidante.
Pero no se trata solo de policías, ¿qué ocurrirá con los grupos que se autodenominan de seguridad y representan a grupos extremos en forma de milicias cuando la mayoría de los estados permiten que los votantes lleven armas a las urnas?