En su editorial del 31 de agosto, César Miguel Rondón destaca que tras una semana en la que civiles estadounidenses murieron a tiros de civiles estadounidenses en Kenosha y Portland, enfrentados en extremos opuestos del espectro político, los demócratas acusan al presidente Donald Trump de intentar inflamar las tensiones raciales para beneficiar su campaña electoral y Trump a los demócratas de no hacer nada para restaurar la “Ley y el orden”.
Según la agencia de noticias Associated Press, Donald Trump elogió a los partidarios que se enfrentaron con los manifestantes durante una mortal noche de sábado en Portland, donde murió baleado un hombre blanco quien portaba un sombrero con la insignia de Patriot Prayer, un grupo de extrema derecha con sede en Portland que se ha enfrentado con manifestantes en el pasado.
Trump elogió a los participantes de la caravana de Portland como «¡GRANDES PATRIOTAS!» y retuiteó lo que parecía ser el nombre del difunto junto con un mensaje de «Descanse en paz».
Después de que Trump calificó al alcalde demócrata de Portland, Oregon, Ted Wheeler, como un «tonto» y lo culpó por permitir que proliferara el caos en la ciudad liberal, el alcalde visiblemente enojado arremetió contra el presidente durante una conferencia de prensa, dirigiéndose a él en primera persona a través de la cámaras de televisión.
«¿Se pregunta seriamente, señor presidente, por qué esta es la primera vez en décadas que Estados Unidos ha visto este nivel de violencia? Señor presidente, ¿cómo puede pensar que un comentario como ese, si está viendo esto, es de alguna manera útil? Es una postura agresiva, no es colaborativa. Trabajemos juntos … ¿Por qué no intentamos eso para variar? …Son ustedes quienes han creado el odio y la división».
Se espera que el presidente viaje mañana martes a Kenosha, Wisconsin. Lo hace justo en medio de la ira desatada por el tiroteo el domingo 23 de agosto de otro hombre negro por parte de la policía, Jacob Blake, de 29 años, quien recibió disparos en la espalda siete veces, quedando paralizado.
Por su parte, el candidato presidencial demócrata, Joe Biden condenó «inequívocamente»; la violencia de todas las partes, mientras acusó a Trump de «alentarlo imprudentemente», en un comunicado. «Puede pensar que la guerra en nuestras calles es buena para sus posibilidades de reelección, pero eso no es un liderazgo presidencial, ni siquiera compasión humana básica”.
¿Cuánto puede costarle a la sociedad estadounidense avivar la violencia con la chispa del racismo y la división? ¿ Se podrá recoger tras las elecciones de noviembre el odio, la anarquía y la ira derramadas?